El Monitoreo y la Evaluación son dos procesos complementarios que evalúan la eficacia y eficiencia de los programas gubernamentales, a través de los resultados que otorga el programa y los procesos y actividades realizadas para el logro de esos resultados. El Monitoreo es un proceso continuo de recolección sistemática de información que tiene como propósito orientar acerca de los avances en el logro de los objetivos de un programa público con respecto a los resultados esperados. La Evaluación es el análisis sistemático y objetivo de una intervención pública para determinar la pertinencia y el logro de sus objetivos y metas. En conjunto, ambas tareas permiten disponer de información suficiente para una mejor toma de decisiones con miras al logro de los resultados deseados.